martes, 5 de junio de 2018

"Alfaro, Chingas a tu Madre" Así Acomodó una Dama Vallartense al Pelón Panzón

EL V PODER
POR RODRIGO AGUILERA MORALES

"Alfaro, Chingas a tu Madre"
Así Acomodó una Dama
Vallartense al Pelón Panzón

La historia que voy a contar me fue narrada directamente por su protagonista. Refiere hechos reales de los que nada más voy a extraer el nombre de la interesada. La trama se sitúa en lo temporal en los terribles días de marzo en que se repartieron las candidaturas de Movimiento Ciudadano. La ciudad en la que se vivió el drama es Guadalajara y el punto exacto en que se ubica el asunto son las oficinas de Movimiento Ciudadano Jalisco, ubicada en el 1904 de la Avenida de La Paz.
Y la historia va como sigue. El Pelón Panzón Prepotente Enrique Alfaro, o como se le conoce desde que el Peje lo trae a carrilla "Traidorcín Alfarín", vivía su nivel máximo de poder -y soberbia- era marzo y "el que traicionó a todos incluyendo a su esposa y sus amantes" repartía a dedazo candidaturas en todo el estado.
Los municipios en que quienes querían ser alcaldes --o reelegirse-- (como Vallarta) fueron dejados al último por el Traidorcín Alfarín, y así, el hdspm Pelón decidió tener al ahora candidato de Movimiento Ciudadano a la Presidencia Municipal y alcalde con licencia, Arturo Dávalos, haciendo antesala durante una semana.
La estrategia de Alfaro era clara: Ablandar a Arturo para sacarle todo lo que pudiera, incluyendo la candidatura a la Presidencia de Vallarta si "el inge" se dejaba.
Pero no contaba con la paciencia de Dávalos quien día tras día desde la mañana hasta la noche, montaba guardia en la antesala del Pelón traidor en la sede de emecé Jalisco.
Si bien Dávalos soportó estoicamente, su gente empezó a resentir el maltrato del Pelón Panzón Prepotente a su líder moral. Arturo no se merecía (como tampoco Luis o Ramón) el trato que Alfarín Traidorcín les estaba dando.
A los tres los puso a chocar uno contra otro y a Dávalos en particular, Alfaro quiso hacerlo pagar el NO haber sido cómplice de sus negocios particulares (como Eusen), o el acomodo de sus recomendados, y le hizo cansada la nominación.
En Vallarta el asunto hervía, los davalistas estaban indignados por el trato de Alfarín al ingeniero. En ese contexto de molestia, una de las alfaristas originales en la región decidió tomar acción: Estaba encabronadísima, como muchas y muchos otros partidarios del ingeniero Dávalos por la forma en que Alfaro traía como pendejo a Arturo.
Una tarde de marzo le avisó la dama a su contacto más cercano en la Presidencia Municipal, Santiago Centeno, Oficial Mayor, que estaba tomando el autobús a la Perla de Occidente para acudir a la oficina de Alfarín y dejar en claro su sentir por lo que estaba haciéndole al ingeniero.
Centeno, acostumbrado a los desplantes de la dama, con una muy importante trayectoria social y política, no le tomó o no quiso al menos tomarle importancia y al día siguiente temprano le llamó a la decidida mujer para revisar asuntos en sus oficinas. Ella le contestó y le dijo que estaba llegando a Guadalajara y que se dirigía a la sede estatal del partido naranja.
Centeno, preocupado le preguntó "¿Pero qué vas a hacer?" y la dama le respondía que iba a decirle sus verdades al Pelón Panzón Prepotente y Traidor.
La distinguida mujer llegó a la "Casa Ciudadana" en Guadalajara. La gran mayoría del personal la conocía y le franqueó el paso.
Llegó a la antesala del Pelón sin problemas y ahí "Dany" la recibió con mucho afecto y, nervioso, le dijo que no la tenía en el rol de visitas al Pelón Panzón Prepotente -y traidor- "¿Y desde cuando los amigos ocupan cita?" le reviró la mujer, la única que creyó hace casi siete años en el Pelón, que lo hizo acercarse al pueblo a comer tacos (Alfaro, para quienes no lo conocen y lo ven todo guandajó y naco, es "súper fresita") esa mujer que lo motivó cuando el Panzón quería tirar la toalla en su campaña del 2012 ahora estaba entrando a la oficina de Alfaro, quien atendía -maltrataba y humillaba-- a un presidentito municipal de la sierra a quien obligó a NO reelegirse.
En la antesala esperaba, paciente como desde hacía ocho días, el alcalde con licencia de Vallarta, Arturo Dávalos, a quien Alfaro tuvo como pendejo mendingando un espacio para hablar con él, como si fuera un extraño, como si fuera un enemigo.
La dama, grandota, güera, franca y claridosa, ya se había sentado en la salita del privado del Pelón, ante la extrañeza del melolengo que andaba tan crecido que sentía que la virgen la hablaba sólo a él y claro pidiéndole permiso.
Y lo sentía hasta ese día, cuando se topó con una mujer que lo puso en su lugar.
Alfarín despachó rápido al alcaldito pocos huevos que se sentó cuando le dijeron que no se podía reelegir y le dijo a la Dama Vallartense, esa que lo había acompañado como candidata cuando nadie creía en él, que había perdido con él, que se acercara, que qué se le ofrecía.
Lo que recibió como respuesta Alfaro lo dejó helado:
"Vengo a decirte Enrique, que tú, que todavía la tienes, vayas y chingues a tu madre".
El Pelón se puso lívido y, como en las películas, soltó los papeles y la pluma que tenía entre las manos para hacerse el ocupado y sacar rápido de su oficina a quien había llegado "sin pedir permiso".
"¿Qué me dijiste?", reviró, incrédulo, el Pelón. "Ya me escuchaste" le dijo la lideresa vallartense "Vas y chingas a tu madre, y si quieres mandarme a mí, no me pesa, yo ya no tengo a la mía".
En shock, Alfaro empezó a incorporarse de la silla, acostumbrado a que toda la perradita emecista estuviera con él al "sí señor", "lo que usted mande don Pelón". Alfaro estaba desencajado cuando alcanzó a levantarse totalmente de la silla y se escudó en el respaldo del asiento.
"No es justo lo que le estás haciendo a Arturo, cabrón" le espetó la dama. "Ha hecho un gran gobierno y tú lo estás tratando como si fuera peor que priista".
A Alfaro se le iba un color y se le venía otro al verse humillado en su propia oficina, el secretario no hallaba si cerrar las puertas de cristal del privado o tratar de sacar a la mujer del cubículo.
Desde la antesala, Dávalos interrogaba a la mujer, parte de su gobierno con la mirada, sorprendido, divertido y asustado por los gritos que se escuchaban.
"Si quieres incendiar el rancho (Vallarta) lo incendiamos cabrón" siguió espetándole la embravecida dama. "Tú nomás te haces pendejo de que le estás echando agua para calmar la situación cuando estás echándole gasolina al fuego" Esto (por la indefinición de la candidatura a la Presidencia Municipal que estaba causando una gran división en el partido) .
"Tú no puedes decirme nada, yo te hice". Quiso revirar Alfaro, "Yo ya era líder y fui regidora cuando tú eras un mocoso pendejo", le dijo la dama al Pelón. "Yo te hice sentarte a comer con la gente cuando tu nada más querías restaurantes de lujo, yo te hice que siguieras en tu campaña cuando ya querías aventar la toalla". Alfaro golpeaba el respaldo de la silla emputadísimo pero la dama no se detuvo.
"Y quiero decirte una cosa Enrique, si no nombras a Arturo candidato nos vamos a ver como enemigos, en Vallarta no te ocupamos para nada tú nos ocupas a nosotros", siguió golpeando la dama. "Así que si no pones a Arturo ya sabes, vas y chingas a tu madre".
Y la mujer tomó el camino de retirarse pero desde su sitio Alfaro le reviró: "Espérame, hay que platicar...". Pero la dama lo atajó y le dijo "Lo que tenía que decirte ya lo dije ¿Para qué me haces que te lo repita (las mentadas de madre)". Y se fue dejando a todas y todos estupefactos.
Alfaro se tomó como diez minutos para que se le bajara el azúcar luego de la acomodada que le dio la mujer.
A Dávalos Alfaro todavía lo tuvo esperando tres días más en la antesala antes de nominarlo oficialmente como candidato a la alcaldía de Vallarta (y quitarle cuatro espacios de regidurías).
A la mujer que le puso la arrastrada de su vida, Alfaro la quitó de la lista de ediles, pero le mandó decir que la tiene considerada para "Directora en una de las dependencias de la Unirse". Seguramente la dama le mandó mentar a su madre por tercera vez.
Ese, antidemocrático, traidor, acomplejado y que requiere que una mujer lo ponga en su lugar es el "líder moral" de Movimiento Ciudadano Jalisco. Por su actitud contra Dávalos, pero también contra Mochilas y Luis Munguía es por lo que la campaña del Pelón es una simulación.
Y ante esa simulación, la realidad del crecimiento de Morena amenaza desde hace semanas el "triunfo" que ya festinaba el "Mussolini de Tlajomulco"
CONTACTO: Twitter @RODRIGOAGUILERA Whatsapp: 5583519605 FACE: https://www.facebook.com/ELCUARTOPODER web http://elcu4rtopod3r.blogspot.mx

No hay comentarios:

Publicar un comentario