sábado, 8 de julio de 2017

Mirador de El Cerro de La Cruz

MIS LUGARES FAVORITOS DE VALLARTA

Mirador de El
Cerro de La Cruz

El mejor lugar para apreciar la belleza que tiene la corona del Pacífico Mexicano que es la Bahía de Banderas y su joya más preciada que es Puerto Vallarta

Por Rodrigo Aguilera Morales

En este espacio he escrito en entregas anteriores sobre algunos de mis sitios favoritos para comer, cenar o desayunar (y pienso seguir haciéndolo) pero quiero abordar este sábado uno de los lugares en los que disfruto más estar, por su belleza, ubicación (y por la dificultad que encierra llegar a él).
Me refiero al mirador ubicado en el Cerro de la Cruz, ubicado justo sobre el centro de Puerto Vallarta, con una vista extraordinaria a toda la Bahía y enclavado en las montañas que son un el esplendoroso marco de la zona más hermosa de la ciudad.
Desde varios puntos de la zona centro puede apreciarse el monumento de La Cruz, que desafortunadamente se ve empequeñecido por los horribles emplazamientos de telecomunicaciones que se ubican junto a él.
El sitio cobró relevancia en este trienio ya que la administración municipal de Arturo Dávalos concluyó las obras del moderno mirador, de tres pisos de altura que permite apreciar aún más la belleza del sitio en el que se ubica La Cruz, de por si hermosa pero, de nuevo, empequeñecida por la moderna construcción.
Consideraciones personales aparte sobre lo armónico o no que resulta una cruz clásica junto a torres de acero con antenas o el mirador nuevo con escaleras de concreto y barandales de acero la vista que se logra desde ahí vale cada gota de sudor y cada paso que se requiere para alcanzarlo.
Subirlo a paso continuo no es sencillo y requiere bastante, bastante condición física. Subirlo corriendo o trotando ya habla de atleticismo, pero tampoco se requiere subir en tiempo récord, puede tomarse el tiempo para escalar paulatinamente.
Si el caminante voltea la vista en dirección al océano -- y aprovecha para tomar un descanso--  será recompensado por la belleza que se va revelando con los tejados rojos, las construcciones del primer cuadro de la ciudad y en el horizonte el mar eterno abrazado por las dos puntas de la Bahía de Banderas.
Hay varias rutas para subir al cerro de La Cruz, pero ninguna es más corta que la otra ni iplica tampoco un menor esfuerzo físico. Hay señalamientos colocados por los vecinos (seguramente hartos de que se les pregunte como llegar) y también algunas y algunos han aprovechado para aprovisionar a quienes escalan de agua y otros elementos refrescantes para que continúen con la labor de llegar a la cima y, ahí arriba disfrutar de una de las panorámicas más hermosas de nuestro país.
Yo prefiero subir al cerro cuando se aproxima el atardecer, la luz del crepúsculo permite apreciar los relieves de las calles de la hermosa zona centro de la ciudad y, en un buen día, desde el tercer nivel del mirador nuevo puede verse no solo la Bahía, la Sierra Madre sino también el Valle de Banderas.
Soy un aficionado y apasionado de disfrutar los amaneceres, pero sobre todo los atardeceres en nuestra región y uno de los lugares más apropiados para ver el sol ponerse sobre el mar es el mirado del cerro.
Al caer la noche, con el cielo todavía iluminado por los últimos rayos del sol puede apreciarse la belleza que tienen también las miles de casas y edificios de nuestra región desde Yelapa hasta la Sierra de Vallejo pasando por el malecón y las zonas hoteleras y habitacionales.
Después de subir por las calles del centro, que tienen andadores acondicionados para que no sea tan pesada la pendiente continua de por lo menos 35 grados que debe vencerse se llega al pie de las escaleras que conforman el último reto para tener la recompensa de la vista.
No los he contado, prometo hacerlo en la próxima subida (que espero hacer esta semana cuando se me haya curado una lesión en el pie) pero por lo menos son doscientos escalones los que hay que superar en cualquiera de las dos escaleras diseñadas de forma que se tiene manera de descansar. También cuando se va subiendo el caminante piensa si alguna vez funcionará  la góndola sobre vías de hierro que está permanentemente estacionada al pie de las escaleras.
Ya al llegar a las escaleras quien no esté habituado a la escalada continua resentirá el ejercicio --y los que lo están también-- pero, como dije, cada paso superado hacia la cima y la imagen que se va descubriendo motivan para seguir adelante, así sea con muchas pausas en el camino.
Recomiendo subir con calzado cómodo, en esta época de lluvias hay zonas resbaladizas por el lodo y la hojarasca que arrastran los arroyos que bajan de la serranía, hay que ser precavido en esa zonas para evitar resbalones.
Durante la más reciente exhibición de bicicletas me impresionó que quienes compitieron lograran bajar por las calles que tanto cuesta subir en menos de un minuto hasta el malecón. Subir a buen paso (dependiendo del ánimo) toma desde el Malecón hasta el tercer piso del cerro unos bien gastados 15 a 20 minutos. Bajar también requiere darse el tiempo.
Pero al estar ahí arriba el calor se va con el viento que sopla desde el oriente y la brisa que llega desde el mar, no puede dejarse pasar la oportunidad de tomarse una fotografía en el mirado y contemplar durante el tiempo que se requiera la belleza que tiene la corona del Pacífico Mexicano que es la Bahía de Banderas y su joya más preciada que es Puerto Vallarta.
Subir al mirador del Cerro de la Cruz no cuesta nada, más que tener la voluntad de hacerlo, es un paseo recomendado para la familia (siempre que niños y personas mayores caminen firme y a los más pequeños  se les pueda subir en arneses porta bebé) subir una carreola es labor titánica --y aunque he visto personas hacerlo no lo recomiendo--.
Definitivamente para discapacitados que no sean verdaderos atletas o personas con dificultades de movilidad no lo recomiendo, las sillas de ruedas no tienen forma de subir más que cargadas.
Pero, reitero una vez más, el espectáculo que se disfruta mientras el viento sopla y ayuda a concentrarse aún más en lo que se ve vale cada paso y cada gota de sudor.

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