jueves, 9 de junio de 2016

Yo me voy a Reelegir Ustedes no: Dávalos a Regidor@s de MC

EL V PODER
POR RODRIGO AGUILERA MORALES

Yo me voy a Reelegir
Ustedes no: Dávalos
a Regidor@s de MC

El Presidente Municipal de Puerto Vallarta, Arturo Dávalos Peña está dispuesto a ejerer hasta el último gramo de poder político que le corresponde como vencedor, hace un año, de la contienda electoral, el primer alcalde con posibilidad de reelección y, sobre todo, de hacer uso de la bendición que le dio el líder moral de Movimiento Ciudadano Jalisco, Enrique Alfaro.
Alfaro le confirió públicamente a "Cepillo" Dávalos la facultad, desde la reunión de marzo pasado en Casa Velas, de ser él quien decida quienes serán todas y todos los candidatos que aparecerán en la boleta hacia la elección de junio de 2018.
A Dávalos Alfaro le dio el mismo poder que a "Mochilas", quien designó a quienes irían a las diputaciones (él incluído) y respaldó su compromiso con Arturo Dávalos de respaldarlo desde el inicio de su gestión hasta la conclusión de la jornada electoral para que fuera --sea-- el Presidente Municipal de Puerto Vallarta.
La primera muestra de ese poder es la determinación de Dávalos de buscar la reelección en 2018 y para ello, como el que avisa no traiciona ya le dijo a sus ediles que él va a estar de nuevo en la boleta pero ellas y ellos no, así que es mejor que se pongan a buscar sus propios espacios.
El aviso de Dávalos fue el silbatazo inicial de un juego muy interesante del cual habremos de ir haciendo análisis ya que la candidatura paralela de Luis Munguía por la alcaldía de Vallarta, la decisión de Diego Franco de buscar una diputación desde Desarrollo Social Vallarta y las trayectorias de ediles del puerto y los municipios del Distrito hacen que el escenario hacia el 18 sea de pronóstico reservado.

El Cinco de Junio y
la Política en Jalisco

Los resultados de las elecciones del domingo pasado han hecho que los políticos locales saquen sus cuentas del impacto que podrían tener en Jalisco. Algunas premisas podrían ser: al PRI le pesa en serio el desgaste del gobierno de Enrique Peña Nieto; el PAN no está muerto; MC no tiene peso en buena parte del territorio nacional y podría verse obligado a sumarse a la candidatura de Andrés Manuel López Obrador, y las candidaturas independientes perdieron fuerza.
El desgaste del PRI en el gobierno comenzó a notarse en Jalisco desde las elecciones del año pasado, no sólo por lo que sucedió a escala federal, sino por el incumplimiento de compromisos en Jalisco. Los resultados de los comicios locales en 2015 y, sobre todo, las bajas expectativas hacia el 2018, han provocado entre muchos priistas un intento de acomodo para prolongar espacios públicos y privilegios, sin importar lo que suceda con su partido.

Pierde Zamora...

Pero además, las elecciones de este domingo tienen un ingrediente para los priistas de lo que se cocina en casa: la situación del senador Arturo Zamora Jiménez. El también secretario de Elecciones a escala nacional aparece, desde hace varios años, como el priista más conocido y, por ende, ante un panorama adverso en el 2018, habría sido el candidato natural a la gubernatura.
La lectura que se había dado sobre el papel de Zamora, apuntaba a empoderarlo en Jalisco, con el respaldo incondicional del líder nacional Manlio Fabio Beltrones, al hacer cuentas que, aún ante una posible derrota, sería quien pudiera dar un mayor número de votos para el proyecto nacional. Sin embargo, tiene suficientes enemigos políticos que no desaprovecharán los malos resultados.
En cuanto al Partido Acción Nacional (PAN), es obvio que el resultado significó una inyección de vida en Jalisco. Seguramente veremos a muchos panistas deshaciendo las maletas de ese viaje que ya preparaban para ligarse con otros partidos, especialmente con Movimiento Ciudadano.
El problema de los panistas siguen siendo las diferencias internas y los conflictos que se volvieron irreconciliables. Se han descalificado tanto en público unos a otros, que resultará curioso verlos reagruparse para sacudirse esa resignación a ser oposición en Jalisco. Además, en estas circunstancias no se prepararon nuevos perfiles, que harían pensar en un PAN que aprendió la lección y podría recuperar el gobierno.
Los detractores de MC han insistido que la elección dejó claro que no tienen fuerza fuera de Jalisco. Pero eso se sabía desde la forma en que participaron en la competencia. Si no tenían candidatos fuertes, tampoco posibilidades de dar la pelea.
Tal vez más allá de los votos que obtuvo, el impacto que tendrán los comicios del 5 de junio para Movimiento Ciudadano será por el crecimiento del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), que podría cambiar las condiciones de negociación de la dirigencia nacional con López Obrador. Si MC va a una coalición de izquierdas con el “Peje”, será interesante ver la decisión que tome el grupo de Enrique Alfaro Ramírez.
Sobre las candidaturas independientes, los partidos políticos y los medios de comunicación oficiales seguramente aprovecharán para echar más tierra. Lo cierto es que las reglas que hay para estas candidaturas hacen que vayan a una competencia en condiciones desfavorables y de desigualdad. Su confección, lo sabemos, da más para pensar en alcaldías y diputaciones, donde algún líder social o egresado de partidos políticos, conocido por la comunidad, es considerado una buena opción para entregarle su voto.
Y de los ciudadanos, se podría decir que fueron los que finalmente ganaron. Aunque la alternancia en nuestro país no ha dejado hasta ahora dividendos sociales importantes, al menos los mexicanos dijeron que frente a la urna sí se revisa a los políticos y se toma, en solitario, una decisión al respecto.
La lectura predominante sobre las pasadas elecciones del 5 de junio en 14 entidades es que se trató de un serio revés para el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y de un triunfo “histórico” para Acción Nacional, según el imberbe dirigente de este partido, Ricardo Anaya.
Sin duda hubo un claro rechazo al proyecto de gobierno de Enrique Peña Nieto (miles de maestros votando contra la reforma educativa, por ejemplo), y también un rechazo al PRI de la corrupción y la impunidad que se ha manifestado en varios escándalos como el de la Casa Blanca en estos tres años. Pero el PAN saca cuentas alegres si piensa que su triunfo es “histórico” y que se perfila algo así como una segunda alternancia.

Abstencionismo
como Nunca

En realidad todos los partidos y todo el sistema político perdieron. El abstencionismo volvió a imponerse como la fuerza mayoritaria. El promedio de participación en los 14 estados fue de 50.21 por ciento, es decir, uno de cada dos electores no salió a votar por ningún partido el pasado domingo. O la mitad de los electores votó, con su abstención, contra de las elecciones, los partidos, las costosas e ineficientes campañas, y la contienda llena de lodo y acusaciones de corrupción y mentiras.
El mayor porcentaje de participación ocurrió en Hidalgo con 59.66 por ciento de los electores en las urnas, y en el otro extremo está la Ciudad de México donde apenas 28.36 por ciento de los inscritos en el listado nominal salió a votar. El promedio de la abstención fue 49.79 por ciento.
Las reglas liberales dirán que se gana así sea con un voto, pero el asunto es que están llegando al poder gobernantes respaldados por una minoría de votantes, es decir, sin legitimidad política, aunque su triunfo se legalice.
El “triunfo histórico” que festina Ricardo Anaya es en realidad la imposición (mediante las reglas liberales) de candidatos con respaldo minoritario. Los candidatos panistas apenas fueron respaldados por sólo uno de cada cinco votantes. El candidato panista con más porcentaje es el de Tamaulipas, con 24.97 por ciento de votos del listado nominal, seguido de Durango con 23.52 por ciento del padrón; en Aguascalientes el PAN se impuso con 22.85 de los votos; en Quintana Roo con 21.41 por ciento. Y en tres entidades el porcentaje de respaldo cae por debajo del 20 por ciento. En Puebla el PAN gana con 19.14 por ciento de votantes del listado nominal; en Chihuahua, un candidato conocido como Javier Corral apenas obtuvo 17.31 por ciento del padrón y la “joya de la corona” para el PAN, Veracruz, la ganó el ex priista Miguel Ángel Yunes con apenas 17 por ciento de respaldo de los votantes.

CUARTO DE GUERRA.- Será lo que José Gómez diga, el escenario hacia el 2017 en Bahía de Banderas pasa por la voluntad del Presidente Municipal José Gómez una vez que los bandidos del Congreso de Nayarit le negaron la posibilidad de reelegirse. Quien quiera ser alcalde después de Gómez deberá pactar con él. Ahora que el melolengo, suato, cacarizo, gorra miada del Gobernador Roberto Sandoval se bate en retirada (de reversa mami, como le gusta) queda claro que las decisiones de la política en Nayarit será tomadas en cada municipio.
CONTACTO: Twitter @RODRIGOAGUILERA Whatsapp: 5548994282 FACE: https://www.facebook.com/ELCUARTOPODER web http://elcu4rtopod3r.blogspot.mx

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