EL QUINTO PODER
POR RODRIGO AGUILERA MORALES
CIUDAD DE MEXICO, Especial para SIEMPRE LIBRES.- Un poco de historia. En marzo de 2019, el ingeniero Arturo Dávalos, reelecto con una votación histórica como alcalde de Puerto Vallarta determinó su sucesión.
Quizá el político con mayor poder que ha tenido la región, con el respaldo del grupo que más elecciones ha ganado en la historia local determinó que cedería la estafeta en el 2021 a Víctor Bernal.
Bernal saltó a la vida pública luego de ser un poco conocido Contador público por invitación de Ramón Guerrero “Mochilas” quien lo colocó como “Contralor Ciudadano”.
Con la llegada del Davalismo y la expulsión de Mochilas de Vallarta Bernal escogió por el lado del ingeniero y llegó a la Secretaría General.
Tras su designación como sucesor de Dávalos, Bernal fue colocado en la Dirección de Desarrollo Social.
Durante todo el año que pasó entre el marzo de su designación y el que recién terminó, Bernal gozó de toda la protección, apoyo y respaldo de Dávalos.
Un año Perdido
Frente a Bernal ya existían las amenazas interna de Luis Munguía a quien Enrique Alfaro ya avisó será su candidato a la alcaldía y la creciente de Morena.
Se esperaba que con ese impulso Bernal repitiera lo que logró Dávalos, a quien forma por demás polémica nombró Mochilas como su sucesor.
Pero Arturo y Víctor son dos personas completamente distintas. Cuando Mochilas designó al ingeniero, el grupo para el que siempre ha jugado Cepi se fortaleció.
Cuando Dávalos designó a Bernal Víctor no supo asumir ese liderazgo necesario para sumarlo de verdad.
Y empezaron los problemas internos. Primero con los jóvenes del equipo Rodó Domínguez, luego con Diego Franco. Los viejos del primer equipo vinieron después. Bernal amenazó a algunos de los davalistas más respetables.
Nada en Medios
De adentro podrán contar mejor las historias pero lo que he observado al seguir la trayectoria de Víctor en su relación con los medios de comunicación tradicionales y virtuales me hace estar seguro de lo siguiente:
Lo que la naturaleza no le dio a Bernal como político no se lo darán ni Dávalos ni toda la estructura del mundo.
Y no, no se trata de estar guapo o joven (ahí tienen por ejemplo a Ramón Guerrero) tampoco “ser Vallartense” (¿no lo somos todos los que llamamos hogar a esta tierra?) es ser, simplemente, político.
Bernal no lo es. Como en el fútbol desde que alguien se para en el campo se sabe si juega o no, con Víctor estaba claro.
Falto de carisma también fue repelente a las observaciones y recomendaciones de expertos.
En medios de comunicación, no podría resumirlo mejor el maestro Pillo Kuri, Víctor es el que se toma fotos con el alcalde o el que va en lugar del alcalde a eventos intrascendentes.
No tiene luz propia, ni discurso, ni trayectoria política, tampoco es rico o guapo, joven o especialista en un tema, hablar cinco minutos con él es un sufrimiento. Como profesional tampoco tenía fama, deportiva tampoco, he escuchado a decenas de las y los comunicadores de Vallarta y ninguna ni ninguno le da a Víctor el beneficio de la duda.
¿Rating? No da. Carece de tema.
Cero como Político
Yo no soy precisamente el tipo más querido de Vallarta pero se nota cuando llego a un lugar y saludo a cinco, seis personas, le miento la madre a dos o tres… cuando Bernal llega ni se siente, ni saluda, ni impacta, ni se le extraña. Y eso que es “vallartense”.
La soberbia tonta de Víctor (motivada únicamente porque Dávalos lo puso no por tener un solo merecimiento para ser) le impidió entender que tenía que cambiar 180 grados para, al ser tan lerdo y limitado para la grilla, inventarse una persona política (como lo hizo Salvador González Reséndiz) y dedicar su vida a la trama.
Bernal se negó a buscar patrocinadores, profesionalizar su pre pre campaña, a dejar el Ayuntamiento y hacer campaña desde afuera, o empujar una asociación, un grupo. No. Todo tenían que dárselo. La verdad es que a Bernal no se le conoce un equipo con el que pudiera hacer gobierno.
Los davalistas que fueron comisionados a hacerlo crecer dieron todo lo que pudiero, pero Bernal no.
Lo problemas personales de Víctor con su familia, en particular con su esposa le quitaron también la única ventaja que tenía sobre su adversario naranja Luis Munguia: El ser un hombre de familia.
Munguía, por analizar una de sus ventajas sobre Víctor, puede irse a trabajar como político todo el día y toda la noche, a Víctor no lo dejan.
Víctor no tiene un grupo de amigos que lo apoyen en sus eventos, llega solo.
Carece del don de la palabra, vital para un político (ahí es donde se cruzan los caminos de los periodistas con los políticos).
Víctor no comunica, no es emotivo. Es capaz de volver aburrido el evento más entretenido (como las posadas).
Peor Candidato
Que LuisA Alcaraz
Carece de estrategia, salvo colgarse de Dávalos y le aporta nada a la ya proyectada campaña del ingeniero en 2021.
Arturo, quien ha hecho historia como líder político en la región tiene el potencial para hacer que su grupo gobierne fácilmente 12 años más pero no contaba con que su designado se sentará a esperar que todo se le dé y, además, que fuera menos carismático que, incluso, el peor candidato a la alcaldía de Vallarta en la historia El Payaso Asesino Luis Alberto “Lagrimita” Alcaraz.
Dentro de los múltiples errores de Víctor están el de haber seguido el consejo del sapo traidor ya saben quien, y ahora colocar como su “enlace de prensa” a la inefable y repelente Guadalupe Guerrero, otra de las que salió de pobre gracias a Ramón Guerrero “Mochilas”.
Con esa personalidad (nula), ese carisma (cero), ese equipo (ninguno) ese respaldo de amigos y familia (¿cuáles?) y esa operadora de medios y redes sociales (Lupita Guerrero) el proyecto de Bernal no va a fracasar, ya fracasó.
Dávalos quiere seguir haciendo historia. Ya se Reeligió. Y no quiere ser parte de esa interminable sucesión de fracasos en la designación de delfines en Vallarta que terminan en derrotas o traiciones.
Arturo está muy a tiempo, y su gente se lo pide, de rectificar la decisión, la elección que viene no será sencilla.
El panorama que se avizora es el de Alfaro cuajando una alianza de todos contra Morena que dejaría al Davalismo con la única opción de saltar a la vía independiente contra MORENA y contra Munguía como abanderado aliancista.
Traidor en Potencia
La sombra de la traición es otro de los asuntos que están sobre la mesa en el grupo más cercano del alcalde. Alguien a quien, como Bernal, se le está entregando la estafeta del grupo político más sólido y ganador de Vallarta sin merecimientos, sin ser parte de las batallas, complicidades y derrotas que consolidaron al Davalismo no valora lo que es su designación.
Por lo mismo así como llegó a la nominación va a desconocer a quien lo puso, los compromisos con el equipo Davalistas y todas y todos los que conforman esa estructura.
Reprimido, hasta a la Mujer va a dejar y sentirá que casi casi por designio de Dios llegó a Alcalde.
Por lo pronto es prácticamente un hecho que el grupo de Dávalos ya no quiere a Víctor como candidato, sienten que los y las desprecia. Lo que no sabe Bernal es que ese equipo ya ganó muchas elecciones antes que el llegara a estorbar, y ahora que se vaya, seguirá ganando.
Falta un año para la designación de candidatos. Aún hay tiempo.
CONTINÚA MAÑANA
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