Y Quedó Claro, Vallarta Está con AMLO y Contra #Gobernadorzuelo Alfaro

EL V PODER
Por Rodrigo Aguilera Morales

Y Quedó Claro, Vallarta
Está con AMLO y Contra
#Gobernadorzuelo Alfaro

El Gobernadorzuelo Enrique Alfaro vivió ayer en Vallarta el principio de su final político. Prepotente, sobrado, creyó que aquí podría torear --como lo hizo el nueve de marzo en Guadalajara-- los abucheos del pueblo. Su gira en Vallarta en la comitiva del Presidente de la República marca el fin del "alfarismo" en Jalisco.
El Gobernadorzuelo todo le salió mal.
Creyó estar a la altura del PEJE, al que traicionó cobardemente en 2012, en 2018 (cuando se la jugó con Ricardo Anaya y ahora en 2019 contra Barbosa en Puebla) pero la raza es cabrona, y Alfaro salió hecho pedazos del evento en que pretendía relanzar su imagen.
Durante cinco minutos, desde que fue anunciado por el sonido ambiental hasta que concluyó su intervención, el gobernadorzuelo de Jalisco fue abucheado, insultado, interpelado, corrido y humillado con rechiflas y mentadas de madre.
Los gritos de "chapulín" "esa va para tí Alfaro (cada vez que se hablaba de acabar con la corrupción)" y los prolongados coros de "fuera, fuera, fuera" provocaron que para el iracundo pelón prepotente su discurso de ayer en Vallarta le valieran de adelanto de cinco minutos para lo que le espera en el infierno al hdspm.
Frente a Arturo Dávalos, su contrapeso regional, a quien por cierto le fue muy bien en el aplausómetro (a Arturo Dávalos la población de Vallarta le regaló una ovación que vale oro y sabe a gloria frente al Presidente de la Republica) sobre todo ahora que Dávalos y su equipo valoran el incorporarse a MORENA ante el desprecio y desprestigio que sufre MOVIMIENTOMARRANO y su "líder inmoral" Enrique Alfaro.
La tragedia de Alfaro comenzó a a escribirse cuando el reloj marcó las cuatro de la tarde. Puerto Vallarta disfruta los veintiocho grados que marca el termómetro. El recibimiento es alegre, emotivo, y con entusiasmo, pero no para todos.
Una toma en las dos pantallas que se encuentran a los costados del templete anuncian la llegada. Los gritos se sueltan, como si fueran globos de cantoya que cuelgan deseos en el aire, como queriendo llegar hasta Palacio Nacional o hasta la calle de Cuitláhuac, en la alcaldía de Tlalpan.
Cerca de veinte minutos pasan, el presidente Andrés Manuel López Obrador avanza entre el pasillo que –aunque separado por las vallas de metal- estaba lleno de abrazos, besos, regalos y cartas para él.
Como si fuera su cumpleaños, el tabasqueño recibió regalos, como una botella de rompope de vainilla, del que hace doña Laura, que se ve delicioso, pero que es sólo para él.
A su lado, María Luisa Albores y Román Meyer, pasan desapercibidos. Los secretarios de Bienestar y de Desarrollo Urbano, Territorial y Agrario, no son reconocidos por los presentes, hasta que menciona sus nombres y cargos el maestro de ceremonia.
Tampoco figura, pero algunos de los presentes lo utilizan como fotógrafo le piden tomarles fotos con AMLO. Es el gobernadorzuelo Enrique Alfaro Ramírez, que en cada una de las visitas del primer mandatario ha sido abucheado, y en Puerto Vallarta no es la excepción pero sí la más fuerte de todas las muestras de repudio en su contra.
Sus primeros dos minutos de discurso o intento de, porque no pudo y se enojó. Los gritos y abucheos no lo dejan hablar. “Si no quieren escuchar…”, dice y se detiene, se traga sus palabras.
Suda, su cara está roja por el calor –o por el coraje-, saca fuerzas y continúa. Cinco minutos de discurso, de fondo suena “¡fuera, fuera!”, gritos, silbidos, todos en los sonidos en su contra, termina y saluda al Presidente de México. Sonríe.
En un ambiente diferente, que hasta parece otra espacio, los aplausos, la celebración, el grito de triunfo y de gusto de los jaliscienses por López Obrador, “¡Presidente, Presidente!” se escucha a un solo y muy fuerte tono.
“Sólo siendo buenos podemos ser felices”, la frase que tanto menciona el mandatario se lee en algunas playeras, “Me canso ganso” no puede faltar.
Llega al escenario, su guayabera blanca muestra rasgos de sudor, de cansancio. Su cara roja confirma la temperatura del lugar, su sonrisa distrae, su visita llegó, lo esperaban.
Cada tema se le celebra, se le aplaude. Las personas aceptan su discurso, lo aprueban. “Se va a acabar la corrupción”, dice –“esa va para ti, Alfaro”, le gritan al gobernador.
Lo esperaron cinco meses, lo esperaron por más de dos horas este domingo. “¡Me canso ganso!”, llega la frase más esperada.
Se olvidan de los programas, del desarrollo urbano y hasta de la corrupción, la frase más representativa del presidente Andrés Manuel López Obrador hace que todos olviden todo y aplaudan como si del máximo logro se tratara.
Con una sólo frase se olvida cualquier problema, la pobreza, la desigualdad, la violencia, se olvidan los abucheos y reclamos a su gobernador, se olvidan hasta los colores de partidos.

Lomelí  y Los Pacos Organizan
Gran Festival del día de las Madres

Un día antes de la visita de AMLO que marca el final del alfarismo, Creando Lazos de Bienestar Puerto Vallarta, encabezado por los famosos Pacos, los doctores Francisco Sánchez Peña y Francisco Sánchez Gaeta apoyados por el Maestro Roberto Gonzálezjuntos celebraron el Festival en honor a las Mamás de este municipio, con una mañana llena de sorpresas, regalos, baile y alegría, haciendo mención de que se tuvo el gran honor de contar con la Presencia del Dr. Carlos Lomelí Bolaños, Super Delegado en el Estado de Jalisco
El evento se llevó a cabo el sábado once a las nueve de la mañana, en el Salón Cesar Palace, en donde Los Pacos, Lomelí y Roberto presumieron una gran asistencia de más de mil 500 Mujeres, quienes pudieron disfrutar de un excelente convivio.
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