miércoles, 22 de enero de 2020

Y de cómo me metí a Escribir… Y las Campañas ¡Hace 30 Años!

EL QUINTO PODER
POR RODRIGO AGUILERA MORALES
Y de cómo me
metí a Escribir…
Y las Campañas
¡Hace 30 Años!
Luego del fraude electoral de julio de 1988, esas de la "caída del sistema" operada por el ahora obradorista Manuel Bartlett vinieron una serie de acontecimientos que causaron muchos de los cambios que dieron paso a la democracia como la conocemos actualmente en México.
Uno, la caída del Muro de Berlín que significó que mucho del dinero soviético que llegaba a México para financiar políticos se acabó y dos el fallecimiento nunca esclarecido de uno de los políticos más importantes de finales del siglo pasado.
Pero esta historia, la mía, viene de unos meses antes, un mayo de 1988 en el que me metí a apoyar la campaña del PAN a la Presidencia de la República.
En casa la familia de mi madre era totalmente priista, conocí ahí a muchas y a muchos del "Grupo Atlacomulco" mi padre, por su parte era cien por ciento panista.
Los azules traían en aquel tiempo a un personajazo como candidato a la Presidencia, Manuel Clouthier.
Antes de los tiempos de la mercadotecnia política el panismo siempre tuvo a los mejores creativos en sus campañas, superaban en mucho al acartonado PRI y a los socialistoides de aquellos años con su propaganda pirateada a la estética de la --entonces-- URSS. Sí, era un mundo bipolar --literalmente-- y eso influía mucho en la vida política y económica de nuestro país.
Los Cómics de
Paco Calderón
La primera vez que vi la propaganda de Clouthier me llamó poderosamente la atención, era un cómic, a duotono azul con naranja en el que el personaje principal era este tipo con pinta de Santa Claus el título era ¿Quién es Maquío? (Maquío era el apodo de Clouthier).
El autor de esos cómics, y del dibujo de Maquío caricaturizado era nada más y nada menos que el genial monero, ahora de REFORMA, Paco Calderón.
Vino después otro golpe del panismo, el llamado a boicotear el todo poderoso noticiero, 24 horas, de la todo poderosa TELEVISA y el periodista más influyente del régimen, Jacobo Zabludovsky.
El vehículo para el boicot era una calcomanía que lucía el logotipo de 24 horas con la leyenda "No veas 24 Horas porque oculta la verdad".
Por mi parte ya leía muchos periódicos y revistas desde niño, empecé con las tiras cómicas y de ahí me fui a los deportes, a los espectáculos y terminé interesado en las noticias sobre la política nacional e internacional, Fidel Velázquez, Miguel De la Madrid, Carlos Hank González, los sandinistas, los contras, Noriega en Panamá, Ronald Reagan… los oscuros 80 que ahora resurgen en su estética horrenda.
Nada me impactaba más que PROCESO que cada semana mi padre se esforzaba en conseguir ya que muchas veces el motociclista que la repartía era detenido por la policía estatal, las portada del semanario eran de verdad impactantes… y, por mi parte, no podía esperar cada domingo a ller una y otra vez esas obras de arte de crítica social que era Boogie El Aceitoso, de Fontanarosa.
Así que, decía, al ver por las noches a Zabludovsky , sus insufribles audífonos, su chocante patiño Loliya Ayala, de verdad me sentía desinformado así que cuando vi a un compañero del americano con una calca pegada en su casco le pregunté que en donde se conseguían.
 Me mandó a las antiguas oficinas del PAN hasta donde, con una bola de amigas y amigos fui a dar allá por el sur de la ciudad de México entonces Distrito Federal un mieércoles o jueves a medio día antes de entrar a la prepa (a la que asistía por la tarde).
Las oficinas del PAN Nacional eran una casa vieja convertida en sede del PAN…yo me esperaba un edificio monolítico como los que había conocido del PRI y dependencias de gobierno, pero la sede tenía mucho de familiar y la actividad era impresionante.
Era un hervidero de gente, la campaña estaba en marcha y entraban y salían personas con pendones, camisetas …ahí con placer compré, sí, compré --las vendían-- no una sino tres calcomanías del boicot a 24 horas.
La Calca de
"Maquío"
Ahí tenían también las del "Maquío" caricatura sonriendo y con los pulgares arriba, esa sí me la dieron --sólo una-- y le agradecí mucho a la secretaria --que años después llegaría a senadora, y luego casi dirigente nacional del PAN--Cecilia Romero.
También en la sede del PAN un todavía joven pero ya con apariencia de fraile jesuita, Luis Felipe Bravo Mena nos dijo que, si nos interesaba, el sábado habría un mitin en el Toreo de Cuatro Caminos allá más cerca de mis rumbos, que fueron siempre Ciudad Satélite, Lomas Verdes, la zona norte de la ahora CDMX.
Muy empoderado, sobre todo por rebelarme contra TELEVISA --más por querer verme la cara de pendejo que por otra cosa-- le pegué la calca en el medallón al vocho naranja que fue mi primer auto. Guardé otra para mi casco del americano y otra para regalársela a una amiga.
La de Clouthier se la pegué en la defensa trasera al vocho, junto a la placa LRC 118 del DF (todavía la recuerdo).
Traer calcomanías o propaganda del PAN era un acto revolucionario, si todavía en el 1999 --cuando ya con años de profesional hice campaña en Nayarit y luego en el 2000 en la de FOX todavía se sentía la presión del estado-- el México de 1988 era un sitio sórdido en el que el Estado apretaba y fuerte a los opositores.
Las elecciones no eran como ahora, en la televisión no se veía, en la radio se escuchaba poco de la oposición. El PRI controlaba a todos los niveles --hagan de cuenta como AMLO ahora--. No se hablaba en público contra el gobierno y cuando se hacía en privado era en voz baja. Eran los tiempos en que algo costaba un peso en la mañana y en la tarde dos por la inflación.
Yo ni edad de votar tenía y en el camino de regreso del PAN a Lomas Verdes, nos detuvieron tres veces, en el Periférico, una por el sobrecupo del vocho, las otras dos por las calcomanías. Los "tamarindos" que nos pararon, como les decían a los tránsitos chilangos, usaban unas motos Harley que pesaban seguramente más que el vocho y se acercaban a revisar el carro las tres veces al ver que éramos unos mocosos nos dejaban ir.
El Placer de
Ser Opositor
Yo estaba extasiado con la fuerza de una idea impresa, no se atrevieron a quitarnos las calcas, yo traía mi permiso de conducir --esa generación veía al automóvil como la actual al celular-- y el auto todo en regla.
Así que llegando a la escuela no hubo otro tema que el del PAN y su memorabilia política. Algunos de los maestros, eran religiosos --aunque la enseñanza católica estaba formalmente prohibida-- me dijeron que no podía estar en el estacionamiento del colegio con propaganda en al auto.
De nuevo caí en la cuenta que algo muy poderoso había en esos símbolos y, claro que me rebelé, fui a dar a la oficina del director y lo reté a que si algún otro carro traía una calca política yo también tenía derecho a entrar con las mías. No tuve que ir lejos, sabía que el hijo del dueño de El Universal, que traía, lo recuerdo muy bien, un Fairmont con chofer-guarura traía una muy pequeña calca en el parabrisas de la CNOP del PRI. Se lo señalé. Me dejaron quedarme y saboree mi primera victoria política.
En el entrenamiento del equipo lucí también muy orgulloso mi calca contra 24 horas y comentaba con la raza, un poco más politizada lo que en mi entonces naciente activismo en la política había descubierto.
Mitin de
Clouthier
Llegó el sábado y luego de entrenar en el colegio football americano me monté en el vocho para ir al mitin de Clouthier, nunca lo había visto en persona, menos escuchado hablar. De los cinco que querían ir, a tres no los dejaron y únicamente fuimos otro amigo y yo, Francisco Gárate, quien luego fue dirigente del PAN Edomex al Toreo.
Al llegar quedé impresionado de que el domo de la plaza de toros --la única techada que había y hubo en el mundo-- estaba decorado con pendones del PAN, también había "pasacalles" en las inmediaciones y decenas de carros particulares y unos cuantos camiones llegaban desde todas las vialidades.
El ambiente era de fiesta desde antes de entrar, los panistas vendían las banderas del partido --estaban muy caras para mi presupuesto-- y también había playeras con la imagen de foto de Clouthier y la del monito de Paco Calderón. Adentro el lleno era total, las porras y los gritos de quienes abarrotaron el inmueble encendían el ánimo.
Entre la gente, saludando de mano llegó Maquío, no traía guaruras, lo acompañaban figuras del PAN pero su figura, era un tipo alto, corpulento, canoso, barbado, de ojos como linternas que conectaba en serio con la gente. (Continuará)
CONTACTO: Twitter @RODRIGOAGUILERA Whatsapp: 3222752901 (NUEVO NUMERO) FACE: https://www.facebook.com/RodrigoAguileraOficial/ En la web: http://elcu4rtopod3r.blogspot.mx

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